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Jesús Pérez del Molino.
"El traslado a Valdecilla supone una gran oportunidad para desarrollar la geriatría"

"El traslado a Valdecilla supone una gran oportunidad para desarrollar la geriatría"

El jefe de servicio, Jesús Pérez del Molino, celebra el cambio de Liencres al nuevo hospital, pero avisa de que, para mantener su eficacia, se deben preservar "nuestra estructura y nuestro método de trabajo"

José María Gutiérrez

Sábado, 30 de julio 2016, 07:38

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El jefe de servicio de Geriatría, Jesús Pérez del Molino, considera una «gran noticia» el traslado del área de hospitalización de su departamento desde el Hospital de Liencres donde está actualmente ubicado al nuevo Valdecilla, porque «nos va a permitir una interacción y un trabajo coordinado con el resto de especialidades, una divulgación de nuestro conocimiento y metodología, y una mayor facilidad para compartir con el resto de compañeros la necesidad de introducir cambios en el hospital en el sentido de que tiene que estar preparado para atender mejor a las personas mayores, que ahora mismo son nuestro principal cliente. Y la geriatría es una pieza clave para ello, para esa mejora de la asistencia a la gente mayor y, de forma paralela, para conseguir el enorme reto de la sostenibilidad del sistema sanitario público».

La Consejería de Sanidad anunciaba el miércoles el traslado del área de hospitalización del servicio de Geriatría hasta la tercera planta de la Torre B de Valdecilla, reservada para tal fin. Una reubicación que se llevará a cabo entre finales de agosto y principios de septiembre y con la que se culminará la integración en la misma infraestructura de todas las áreas de hospitalización. Sanidad asegura que el traslado «reportará un importante beneficio para el paciente mayor ingresado, facilitando una atención transversal que se extenderá a otros servicios médicos y quirúrgicos». Ello redundará en «un abordaje más próximo a la realidad de nuestros mayores y más adaptado a sus necesidades».

«Es una evolución natural, la geriatría debe estar plenamente integrada dentro del hospital y, a partir de ahora, se rompe esa idea de aislamiento del servicio», celebra Pérez del Molino, aunque advierte de que la geriatría es eficaz «siempre y cuando se desarrolle plenamente y con todos sus medios, y para eso es fundamental que se preserve nuestra estructura organizativa y nuestro método de trabajo». Por ello, espera que tanto Valdecilla como la consejería de Sanidad respeten esta autonomía. «Confiamos en un pleno desarrollo de la geriatría como servicio independiente», expresa. Por el momento, el traslado lleva consigo el mantenimiento pleno de todo el equipo médico y de enfermería y de todas las adaptaciones estructurales de las que disponen en Liencres. Sin embargo, perderán camas hospitalarias.

El jefe de servicio de Geriatría expresó el pasado mes de abril en este periódico la necesidad de aumentar el número de camas que tienen en Liencres (28) para poder responder «a las demandas actuales». Pero en Valdecilla contará solamente con 16 en una primera fase además de una unidad de enfermería propia que crecerán hasta 24 camas en un futuro cercano. «El número de camas no es suficiente, pero se arreglará en una segunda fase. Pero hay otros beneficios», razona Pérez del Molino.

Una gran "desconocida"

Además, el médico y gestor espera que el traslado a Valdecilla ayude a superar el «enorme desconocimiento» que existe sobre la geriatría, «ya no sólo en la sociedad, sino en el propio hospital». «Tenemos una gran oportunidad para acabar con esto», sostiene. «La geriatría es una especialidad que tiene una visión global de la asistencia a las personas mayores, desde un pensamiento funcional. Nuestro visión de curación de la enfermedad implica un mantenimiento de las capacidades de las personas. Aunque el paciente ingrese por cualquier proceso médico, nuestro objetivo no es sólo curarlo, sino que se reintegre en la sociedad en las mejores condiciones», explica.

Pérez del Molino valora «muy positivamente» la etapa vivida en Liencres, desde diciembre de 2013 cuando fueron trasladados allí, hasta la actualidad. «Ha sido muy fructífera en el sentido de que nos ha permitido profundizar en nuestro trabajo, progresar en las relaciones con diversos servicios como el quirúrgico o el de traumatología y avanzar en la eficacia de nuestras tres unidades asistenciales», detalla. Así, el servicio de Geriatría se estructura en torno a la unidad de agudos de adulto mayor, que atiende a personas con problemas médicos complejos buscando mantener activas todas sus capacidades; la ortogeriatría, que se encarga de la estabilización clínica y de la recuperación funcional de pacientes que han sido operados de cadera en el servicio de traumatología; y la unidad de tratamiento precoz del deterioro funcional, que se fija en recuperar a enfermos que durante su estancia en el hospital han sufrido un deterioro general.

Pérez del Molino destaca los «magníficos resultados clínicos» del departamento que dirige, que se traduce en «muy cortas estancias medias» en el hospital 5, 8 y 9 días, respectivamente, en cada una de esas tres áreas, con el ahorro que ello supone; y en la no derivación de pacientes a centros de larga estancia. «La geriatría no sólo aporta mejoras y resultados clínicos en la asistencia a la gente mayor, sino que lo hace de una forma muy eficiente», defiende.

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