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Imagen de archivo de unas pruebas de selectividad en la Universidad de Cantabria.
Malestar entre los profesores por el  diseño de las pruebas de Selectividad

Malestar entre los profesores por el diseño de las pruebas de Selectividad

Docentes de Lengua y de Historia de España critican que "no se está contando con los especialistas de cada materia" para consensuar los contenidos

José María Gutiérrez

Martes, 14 de febrero 2017, 14:01

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La nueva prueba de acceso a la Universidad, denominada ahora EBAU, cuenta con una estructura general muy similar a la vieja Selectividad (PAU), pero sin embargo presenta diferencias respecto a los contenidos, los criterios de evaluación y los estándares de aprendizaje, lo que está provocando malestar entre distintos colectivos del profesorado de Bachillerato de Cantabria -los de Lengua Castellana y Literatura II, Historia de España y Geografía son los que más han alzado la voz-, ya que consideran que no se está contando con su opinión en el proceso de definición de las pruebas a las que serán sometidos sus alumnos y se siente "ninguneados".

En el caso de la asignatura de Lengua y Literatura -una de las materias generales obligatorias- "no están contando con los docentes de Bachillerato especialistas en cada materia para consensuar los contenidos de la prueba o, al menos, pedirnos consejo antes de formularla", se queja Javier Voces, docente del Torrevelo-Peñalabra, que da voz a la "sensación general" de sus compañeros. Lamenta que los equipos de coordinación "desoyen" las recomendaciones de los profesores para modificar algunas de cuestiones planteadas en una asignatura cuyo examen es de los que más cambios sufren respecto al pasado año. "No sé porque hay materias que apenas sufren cambios respecto a la PAU y otras sí", critica, lo que abre "también la puerta a una avalancha de reclamaciones de los alumnos".

La EBAU sustituye a la tan contestada reválida de Bachillerato que no llegará a estrenarse después del rechazo casi unánime de toda la comunidad educativa, que hizo dar marcha atrás al Gobierno central. La tardanza del Ministerio en decidir qué prueba se iba a realizar y su posterior definición está generando "roces", porque la gente "está más nerviosa de lo normal por las prisas que hay y las dudas que genera todo modelo nuevo", reconoce Alonso Gutiérrez, director general de Innovación y Centros de la Consejería de Educación, que admite que han surgido "discrepancias" en algunas áreas, aunque "también las hubo otros años".

Distintos grupos de trabajo, formados cada uno de ellos por cuatro experimentados profesores de 2º de Bachillerato de cada asignatura, se vienen reuniendo en Cantabria desde el pasado otoño con el objetivo de ir adelantando trabajo en previsión de lo que pudiera suceder con la reválida.

Una vez que el Gobierno de Rajoy dio marcha atrás y publicó en el BOC del 23 de diciembre las líneas generales de la prueba de acceso, estos grupos se volvieron a reunir para preparar el diseño curricular de cada materia incorporando las matrices que marcaba el Ministerio de Educación, más férreas que en precedentes ocasiones. A las cumbres se unieron en enero los coordinadores de cada asignatura nombrados por la Universidad de Cantabria, ya que las universidades recuperaron la potestad de organización de la prueba que habían perdido con la reválida.

Aquí es donde surgieron las primeras discrepancias, ya que en algunas materias "no ha habido el entendimiento adecuado" entre ese equipo de trabajo formado por cuatro profesores -que dan clase a los alumnos que se van a examinar y representan al resto de docentes de su asignatura- y el respectivo coordinador universitario. "Las matrices vienen muy delimitadas por el Ministerio y no se pueden cambiar, pero esto no es culpa ni de la Consejería ni de la UC", explica Gutiérrez.

Una vez perfilado el diseño curricular de cada materia, en algunos casos más cerrado, en otros menos, durante las últimas semanas se ha presentado a todos los profesores de Bachillerato de cada área. Aquí es donde ha vuelto a traslucirse el malestar, ya que aunque eran citas abiertas a tomar consideración de las discrepancias que existieran, hay docentes como Ramón Fernández, de Historia de España, que denuncia que "no se nos dio más opción que aprobar la propuesta presentada sí o sí, sin margen para la discusión".

Mientras, María José González, coordinadora general de la EBAU de la UC, asume que ha habido "alguna discordancia", sobre todo en Lengua, aunque "no es una sensación general" dentro de las 21 asignaturas trabajadas. "Aun así, no damos por cerrado nada y estamos dispuestos a volver a revisar cosas, pero por el bien de los alumnos debemos dar un mensaje claro lo más rápidamente posible", valora.

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