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María José Sáenz de Buruaga, secretaria general; Ignacio Diego, presidente y Jesusa Sánchez Gómez, secretaria del PP.
Juego de equilibrios en el Partido Popular

Juego de equilibrios en el Partido Popular

Buruaga cuenta con la simpatía de De la Serna, Piñeiro y las agrupaciones más grandes; y Diego, de los senadores y varios diputados

Enrique Munárriz

Jueves, 16 de febrero 2017, 07:18

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En el juego de equilibrios de un congreso regional son tan importantes los gestos como las palabras. Lo demostró el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, durante el 18 Congreso Nacional del PP. Al otrora contrapeso político de Ignacio Diego dentro de las filas populares no le hizo falta abrir la boca para demostrar su apuesta por María José Sáenz de Buruaga. Fue suficiente con ver cómo se abrazaban en el plenario o las fotografías que subieron a las redes sociales para entenderlo. En un plano más discreto, también la alcaldesa de Santander, Gema Igual, guarda simpatía por la candidatura de Buruaga. La muestra más clara es que fue la única que el lunes, tras las críticas de Eduardo Van den Eynde, le echó un capote en público y dio la cara por ella.

Piñeiro: "No puede haber un cisma por la candidatura"

  • Los primeros espadas del PP cántabro prefirieron ayer mantener silencio tras hacerse pública la candidatura de María José Sáenz de Buruaga. Sólo unos pocos dieron un paso adelante para hablar. Uno de ellos fue el expresidente del partido Gonzalo Piñeiro, que en su día dio el relevo en el cargo a José Joaquín Martínez Sieso. "No puede suponer un cisma que se presente una candidatura. Todos los militantes tienen todo el derecho del mundo a hacerlo", señaló. Lo que no reveló son sus preferencias "Veré los aspirantes que se presentan y, sobre todo, la mezcla de veteranía y juventud que llevan en sus equipos y qué es lo ideal".

  • Tampoco Ignacio Diego quiso valorar el paso dado por la que ha sido su mano derecha durante los últimos trece años. El expresidente cántabro, en realidad, todavía no ha dicho ni una sola palabra sobre el Congreso regional ni cuáles son sus intenciones. Diego maneja unos tiempos políticos en los que a un mes de la cita que decidirá el futuro del partido, los 14.000 militantes del PP cántabro no saben si su presidente se va a presentar, se echa a un lado o respalda una candidatura alternativa.

  • La ley del silencio se impuso en casi toda la dirección del PP. Entre los que no respaldan a Buruaga y los que sí forman parte de su círculo más cercano, que prefirieron dejar pasar el día sin hacer comentarios para no restar protagonismo a la candidata. Santiago Recio, por ejemplo, declinó hacer valoraciones ya que al ser el presidente de la comisión organizadora debe "mantener absoluta neutralidad".

  • El que sí habló fue el diputado y exalcalde de Torrelavega, Ildefonso Calderón, partidario de la candidatura de Buruaga. "La necesidad del relevo es sentida tanto por la mayoría del partido como por nuestro electorado. Buruaga ha demostrado capacidad y sensibilidad para abrir un nuevo tiempo en el que podamos recuperar por un lado votos y por otro potencial de diálogo político y social. El partido necesita relanzarse", señaló.

Su guardia pretoriana, el núcleo de trabajo que promueve su candidatura, está formada por su mujer de confianza y amiga leal, Isabel Urrutia, una diputada cuya carrera está vinculada Sáenz de Buruaga, tanto en el partido como en el Gobierno de Cantabria; la tesorera del PP, María José González Revuelta, que también la acompañó como alto cargo en la Consejería de Sanidad; e Íñigo Fernández, que ha estado a su lado en esta etapa y ayer asistió a su rueda de prensa.

El diputado regional Ildefonso Calderón y el nacional Diego Movellán, ambos alcaldes durante la pasada legislatura, respaldan un "cambio" en la dirección del partido. Los dos son el exponente de ese grupo de barones que se encontraron con todos los puentes rotos para poder pactar con otras fuerzas. En este grupo encajan los aparatos de Castro Urdiales, Laredo, Bezana, Reinosa, Santander, Entrambasaguas, Colindres, Santillana del Mar o Medio Cudeyo, donde cuenta con la mayoría de los apoyos, según fuentes del PP.

Aunque muchos prefieren guardar las apariencias, hay dos hombres con predicamento con los que llegado el momento podrá contar: los expresidentes del PP José Joaquín Martínez Sieso y Gonzalo Piñeiro. Este último no ha dudado en decir que está seguro "de que Diego está cansado e iba a anunciar su marcha al llegar de Madrid".

En la otra parte de la balanza, con el actual líder, según reconocen desde su entorno, son fieles indiscutibles cuatro exconsejeros: Cristina Mazas (Economía), Miguel Ángel Serna (Educación), Blanca Martínez (Ganadería) y Javier Fernández (Medio Ambiente), estos dos últimos ahora en el Senado. Todos ellos saltaron a primera línea de la política con el presidente del PP y públicamente no esconden su gratitud y lealtad hacia la persona que les dio un puesto en Peña Herbosa.

Su equipo también está formado por su amigo y portavoz parlamentario, Eduardo Van den Eynde, a quién fichó en su época de alcalde de El Astillero. Él ha sido hasta la fecha su más firme defensor y el primero en pedirle que siga adelante. Fuentes del partido también sitúan en esta línea a los diputados Ruth Beitia, que dio el salto a la política con Diego; Mercedes Toribio, Luis Carlos Albalá; el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz; y los alcaldes Lorenzo González (Valdáliga) y Javier Gómez (Potes). En busca de una única lista de "unidad", según ellos mismos remarcan, están Santiago Recio, Francisco Rodríguez, María Luisa Peón, Enrique Bretones y José Manuel Igual.

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