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Seis semanas convulsas

Los últimos quince días han acogido una frenética campaña para fidelizar apoyos, captar indecisos y hasta fichar en el campo rival

Jesús Serrera

Sábado, 25 de marzo 2017, 07:41

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No va más. El PP de Cantabria llega hoy al 12 Congreso Regional después de las seis semanas más convulsas de su historia, al menos desde los tiempos de Juan Hormaechea, hace ya más de un cuarto de siglo. Tanto Ignacio Diego como María José Sáenz de Buruaga han anticipado que ganarán la decisiva votación del millar escaso de compromisarios, que probablemente tendrá un resultado tan ajustado como el que los militantes dejaron en las urnas el 8 de marzo.

Los cálculos previos otorgan alguna ventaja a la secretaria autonómica por su mayor implantación en los grandes municipios, pero el presidente ha demostrado una gran capacidad de maniobra en la primera fase de la pugna, que cerró con una estrecha victoria. Los últimos quince días han acogido una frenética campaña para fidelizar apoyos, captar indecisos y hasta fichar en el campo rival, con ofertas de cargos orgánicos y puestos nobles en las listas electorales. Santander, Laredo, Piélagos y Meruelo han sido focos principales en esa competencia.

En el equipo de Diego se han alternado los mensajes que ofrecen la mano tendida al adversario derrotado y los que pasan lista de quienes van a ser pasados a cuchillo el día después. En el de Buruaga han tratado de que el aparato nacional del partido hiciera valer su influencia a favor del relevo, que hasta ahora no se ha notado mucho.

El programa del congreso va in crescendo hasta la votación trascendental. Antes tendrá lugar el debate de las ponencias, redactadas por militantes de los dos bandos, en un trabajo de teórica colaboración que en el fragor de la batalla suena algo impostado.

El orden del día incluye el informe de gestión. Una papeleta en las actuales circunstancias, e incluso sin ellas, a la vista de la pobre vida del partido en los últimos tiempos. Nadie quería hacerse cargo del marrón. José Manuel Igual, uno de los vicesecretarios generales, sopesó el ofrecimiento y lo declinó. Igual, uno de los dirigentes más respetados por los dos bandos, dejará la política regional al final de la legislatura. La presidenta del PP en Torrelavega, María Luisa Peón, presentará finalmente el informe de gestión.

La composición de la mesa del congreso ha resultado muy movida, como todo el proceso. Julio Bartolomé, muy cercano a Diego, iba a ser el presidente, pero al final dio un paso atrás y será Pedro Nalda, adscrito al otro bando, quien asuma la responsabilidad. También ofrecerá algún indicio sobre la distribución de fuerzas la propuesta de creación del coordinador general, una función que Diego quiere encomendar a Santiago Recio. El cargo es el mismo que Génova ha creado para Fernando Martínez-Maillo, para complementar o descargar de trabajo a la secretaria general, ministra de Defensa y presidenta del partido en Castilla-La Mancha, Dolores de Cospedal.

Ni Diego ni Sáenz de Buruaga han confirmado oficialmente sus propuestas para la Secretaría General, o sea, el número dos del partido. El senador Javier Fernández es el mejor colocado en el equipo del presidente y María José González Revuelta ha sonado con fuerza en la otra candidatura.

La incertidumbre termina hoy. A última hora de la tarde se sabrá quién gana, cómo y por cuanto. Algo más de tiempo llevará constatar para qué. Si para perpetuar la mortecina trayectoria yla división en dos bandos irreconciliables del que es todavía el primer partido de Cantabria o para levantar el vuelo con la urgencia que exige el cada vez más cercano horizonte electoral de 2019.

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