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Reina María Luisa de Orleans. Retrato realizado por Juan Carreño Miranda.
La extensión interior del gesto

La extensión interior del gesto

Guillermo Balbona

Martes, 21 de marzo 2017, 19:57

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Es gente que mira a la gente. En el trayecto otros interpretaron y tradujeron esas primeras miradas. El mundo del retrato siembra con sus filias y fobias, devociones y caminos de entrada y salida la historia del arte. ¿Cómo somos y cómo nos mostramos? De la pintura a la escultura y a la fotografía existen encrucijadas e intercambios en ese mapa no escrito sobre la piel del otro, las geografías de los rostros y la configuración de un catálogo sobre la identidad. Esta primavera una doble exposición, a modo de inventario de excelencia de unos fondos que abarcan varios siglos, propondrá una hoja de ruta por los contornos del retrato. Bajo el epígrafe de Monólogo y silencio. La extensión interior del gesto, la Fundación Caja Cantabria, en su sala Sala de exposiciones del Casyc, mostrará desde este mes y hasta mayo una selección de sus obras y piezas en diversos formatos y lenguajes, principalmente pintura, que permiten trazar a su vez un recorrido por la diversidad de su colección.

En ambas el retrato en el arte es objeto de reflexión. Su concepción parte de que el retrato ha sido uno de los géneros más característicos dentro de las artes plásticas. Si bien dentro de la denominada pintura de historia ocupó un espacio menor, "no por ello resulta desdeñable su protagonismo en el devenir de la pintura española».

Algunos de los grandes artistas españoles de la edad moderna fueron auténticos especialistas en el retrato, desde Velázquez a Goya. El retrato fue, por un lado, reflejo de los modos de vida de las clases y estamentos dirigentes de la sociedad española, de la aristocracia y del clero en un principio, y posteriormente de la incipiente burguesía. Pero también, gracias a la capacidad de los artistas de trasmitir sensaciones más allá de la imagen física, un instrumento de reflexión sobre su personalidad.

No sólo la pintura figurativa ha sido el estilo predominante en el retrato, también la escultura y, de modo mucho más intenso, la fotografía que se ha configurado en la actualidad como la "referencia esencial del género".

El retrato ha actuado como etopeya, cual figura literaria que nos ha mostrado el valor moral y la personalidad del retratado a través del pigmento y del gesto, de la emulsión fotográfica y el silencio.

La Colección Caja Cantabria atesora en sus fondos una abundante representación de este género, particularmente con obras que van desde el siglo XVII hasta el presente, "siendo perceptible la evolución estilística de esta disciplina a lo largo del tiempo", según destacan sus responsables.

La primera de las muestra se organiza en ámbitos cronológicos con su correspondencia temática. El retrato pictórico y escultórico, los siglos XVII a XX; el retrato aristocrático, siglos XVIIXVIII; el retrato burgués, siglo XIX, el retrato objetivo y retrato intimista.

Realismo, naturalismo, costumbrismo, simbolismo, expresionismo en el siglo XX; el retrato como símbolo del status social, político y religioso. Y Memoria, recuerdo y culto a la personalidad, en el periodo del XIX.

En el arranque de este proyecto, desde el próximo jueves, día 23, el Casyc exhibirá una exposición conformada por 44 obras, entre ellas de Carreño Miranda, Giovanni Paolo Pannini, Antón Raphael Mengs, Antonio María Esquivel, Rodríguez Losada, Ricardo Balaca, Marcial Aguirre, Raimundo de Madrazo, Julio Romero de Torres, Francisco Iturrino, Gutiérrez Solana, Rudolph Hinderer, María Blanchard, Gerardo de Alvear, Pancho Cossío, Antonio Quiros, Ángel Medina, Adolfo Estrada, Rodríguez Vigil, Roberto Orallo, entre otros.

Autorretrato

Dentro del montaje se incluye un apartado especial dedicado al autorretrato en el siglo XXI. La interpretación subjetivista vs imitación y verosimilitud. La visión de uno mismo, el descubrimiento y la representación del yo frente al otro. La identidad y la alteralidad como reflexión.

Ensoñaciones, desplazamientos y sustituciones. Ese lema que subyace tras el trazo: ¿Cómo somos y cómo nos mostramos?, a través de las obras de Ricardo González, Cuca Nelles, Álvaro Trugeda, Okuda, Alejandro Bombín, Vicky Uslé, Amia Terán, Cristina del Campo, Julia Orallo, Alfredo Santos, Diego Hoyos y Victor Alba, procedentes del proyecto Siempre nos quedará la pintura, comisariado por Manuel Fernández Saro, con el que se abrió el Casyc Up hace ahora seis años.

El proyecto reivindicaba el poderío creativo de la pintura y su versatilidad como manifestación artística.

La segunda de las muestras enmarcadas dentro de la exposición Monólogo y Silencio tiene como referencia al Retrato Fotográfico a lo largo de los siglos XX y XXI, bajo los parámetros de la democratización de la imagen, multiplicación y la seriación. Esta muestra tiene prevista su apertura el 6 de abril y se extenderá hasta final de mayo. Esta segunda iniciativa, que coincidirá en el tiempo en las instalaciones del Casyc, incluirá imágenes encabezadas por Ángel de la Hoz y Pablo Hojas.

Junto a la presencia de fotógrafos nacionales de renombre como Humberto Rivas, Isabel Muñoz, Javier Campano, Javier Salas, Ouka Leele, José Ferrero, entre otros, la coleccioón suma la mejor representación de la fotografía cántabra con Ciuco Gutiérrez, Santos Montes, Luis Otí, Jorge Fernández, Maxi del Campo, María Gorbeña, Antonio Aragón, Alonso Sagredo, Zaira Rasillo y, de modo muy especial, toda la generación nacida al calor del proyecto Casyc Foto Polientes, dirigido por Hojas, y de la asociación Espacio Imagen.

La muestra servirá de homenaje al nonagenario Ángel de la Hoz. "La fotografía es algo más que una simple toma. Enseña una concepción del mundo y lo más importante que aprendes es a no aceptar los límites que nos imponen", dijo en su día cuando se liberó de las obsesiones técnicas y reflexionó sobre las posibilidades artísticas de la fotografía.

La suya, construida durante más de sesenta años conforma un álbum de recuerdos colectivos, auténtica memoria viva integrada por Santander, y precisamente ha destacado por los retratos de decenas de personalidades de la vida cultural y territorios sociales, publicitarios, también periodísticos y azarosos, que han trazado las perspectivas de su mirada humana. Angel de la Hoz (1922, Solares) ha configurado una biografía de imágenes, verdadero espejo de la memoria histórica colectiva.

La propuesta conjunta, que recorre un itinerario revelador y contundente sobre "la significación del retrato y el autorretrato como modo de enseñar y enseñarse en las artes", tuvo como precedente pasado año fue al paisaje en el art, reflejado en el Casyc a través de veintiséis miradas poéticas

Pintura, escultura, fotografía, fotomontaje, grabado y serigrafía confluyeron en esa segunda panorámica temática de los fondos de la Fundación de la entidad.

La diversidad de lenguajes, técnicas y formatos, la libertad "soberana" del artista, la radical subjetividad y el relativismo cultural conformaron en 2016 la segunda entrega de Paisajes y Territorios. Una muestra colectiva, entre el trayecto histórico y la representación exponencial del arte, que la Fundación Caja Cantabria organizó como cita para proyectar su colección.

La entidad cántabra custodia una colección conformada por más de seis mil obras y piezas de las cuales 900 son pinturas. Los fondos abarcan artes plásticas y decorativas, archivos históricos y fondos bibliográficos de gran calidad. Una "extensa y heterogénea" colección de arte . La idea de tener una colección propia no tiene muchos años, aunque el trabajo realizado en este tiempo ha sido muy importante. La Fundación expone algunas de sus obras de arte en el edificio edificio Modesto Tapia de la calle Tantín (cuyo retrato se incluye en esta muestra), en Santander, y en el Palacio Peredo-Barreda, en Santillana del Mar.

Una ingente colección que comenzó con dos cuadros del pintor, ilustrador y grabador Tomás Campuzano. El pintor y grabador simbolista cántabro Rogelio de Egusquiza, Cecilio Pla o Francisco Iturrino fueron los primeros nombres de una larga lista de pintores formados en Europa cuyas obras son patrimonio de Caja Cantabria.

Entre los fondos de pintura antigua destaca una pieza atribuida a Anibali Carracci, genio pictórico y pilar del clasicismo italiano titulado "Bautismo de Cristo" (1600); del barroco destaca un excepcional retrato del cardenal de Panini y dos borroncillos de Valdés Leal; y del Neoclásico precisamente el excepcional retrato obra de Rafael de Mengs ,y del Romanticismo español dos retratos de A. Esquivel fechados en 1830.

Ya en los fondos modernos y contemporáneos destacan las obras de arte pertenecientes a artistas cántabros o ligados a Cantabria. Arranca con los paisajistas de finales de XIX, Campuzano y Agustín Riancho.

"La visión de uno mismo, el descubrimiento y la representación del yo frente al otro. La identidad y la alteralidad como reflexión".

Las muestras que comprenden este proyecto seriado para mostrar los fondos se complementan con una serie de textos que sirven de guía, en este caso sobre los "diversos registros de la expresión plástica del retrato".

El historiador del arte, galerista y comisario de exposiciones Fernando Zamanillo recorre el retrato individual, el de grupo y el familiar. Alude a términos esenciales como apariencia, aspecto, figura, modelo, academia, efigie, cuerpo entero, medio cuerpo, bulto redondo, tres cuartos, perfil, cabeza, busto... Fisionomía, gesto y semblante.

El rostro y la semejanza.Objetividad, realismo, hiperrealismo y trampantojo. Y refiere la fisionomía de las emociones, la expresión de la personalidad y su caracterización, y a las diversas sensaciones que transmiten los retratos: "Sentido y serenidad, equilibrio. Aire, orgullo, soberbia, vanidad, petulancia, modestia, sobriedad, sencillez. Subjetividad, distorsión, expresionismo. Monólogo interior y soliloquio. Intimismo". La Colección Caja Cantabria transmite con claridad "la evolución estilística de la disciplina del retrato a lo largo del tiempo".

El fondo de arte se ha forjado desde el compromiso con los proyectos artísticos y la participación en iniciativas de cooperación institucional. Bajo la denominación genérica de Intuiciones se compilaron las últimas incorporaciones a esta colección singular.

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