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Los actores durante un momento del montaje que se podrá ver este sábado en la sala Pereda.
Un maratón de baile para perdedores

Un maratón de baile para perdedores

'Danzad Malditos', una metáfora sobre las personas que luchan por sus sueños, llega el sábado a Santander

Rosa Ruiz

Lunes, 27 de marzo 2017, 07:14

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En una época de colapso económico y terrible miseria, un grupo de personas de toda edad y condición se presenta a un maratón de baile con la promesa de que la pareja que más tiempo aguante ganará un premio en metálico. A lo largo de la competición, los once participantes tendrán que superar pruebas de azar, lealtad, resistencia, y poner a prueba sus límites físicos y mentales, frente a la atenta mirada del público, la presencia de un maestro de ceremonias y una misteriosa cantante. Este es el argumento de Danzad Malditos, una obra que llega el próximo sábado al Palacio de Festivales (sala Pereda), dentro del ciclo El Palacio Canalla.

Monólogo sobre la búsqueda personal, la poesía y la confrontación con el pasado

  • La sala Argenta del Palacio de Festivales acogerá los próximos jueves y viernes el monólogo Los amores diversos, escrito por Fernando J. López y dirigida por Quino Falero, que parte de la pregunta «¿Cuántas páginas son una vida?». Protagonizada por Rocío Vidal, la obra muestra en el escenario a una mujer emocionalmente rota. Una mujer vapuleada que se confiesa a si misma y al causante de sus penas, buscando en la literatura respuestas a sus traumas.

  • El texto de Los amores diversos combina lírica y prosa en un personal código lingüístico que constituye un homenaje al hecho literario y que reivindica la palabra como creación y la literatura como intercambio, como mensaje que el espectador hace singular y propio para buscar modos de dar forma a sus ideas y sentimientos «todos, como Ariadna, intentamos ver reflejos de nuestro yo en cuanto leemos», señala la agrupación La Cía De La Luz, encargada de su puesta en escena.

  • Así le sucede a la protagonista, que «como si de una criatura cervantina se tratara» necesita de la ficción y de la poesía para interpretar el mundo que la rodea. De este modo, se irá conociendo su pasado, su presente y, más aún, su futuro de mano de los autores que han marcado su camino y su devenir. A lo largo del monólogo, las voces de los textos que han formado parte de su vida se funden con la suya propia, en un poético itinerario a través del tiempo y de la memoria.

  • La propuesta, que se ofrece en el nuevo ciclo del Palacio de Festivales Me gusta el teatro, especialmente dirigido a los espectadores jóvenes, ofrece una visión de literatura como urgencia. Como oxígeno necesario y como herramienta que no solo permite asomarse al mundo sino también transformarlo.

Dirigido por Alberto Velasco, con la dramaturgia de Félix Estaire y puesta en escena por la Compañía Malditos, la obra es una libre adaptación de la célebre película de Sidney Pollack, Danzad, danzad, Malditos, un homenaje a los perdedores que cada día se quedan en el camino intentando alcanzar un sueño y a todos lo que luchan por su dignidad sin importar las consecuencias. Una de las mayores peculiaridades de este montaje es que los actores se enfrentan de verdad en ese maratón con la esperanza de ser la pareja ganadora al final del espectáculo. Y así el público asistirá a un experimento escénico más cercano a la performance que al teatro convencional. «Partimos de un texto que ejerce las veces de patrón básico sobre el que transcurre parte de la trama y que podrá ser transitado de muchas y muy diversas maneras de forma que, según se desarrolle el concurso de forma real las cosas irán hacia un sitio u otro. Según se vayan eliminando personajes la trama toma distintas variantes que (todos están expuestos a ganar y también a ser eliminados), permitirán que la obra se mantenga viva. De hecho, ni siquiera los intérpretes conocerán el desarrollo de la misma, sino que tendrán que vivirla y transitarla en directo», añaden.

Así, los actores: Guillermo Barrientos, Carmen del Conte, Karmen Garay, José Luis Ferrer, Rubén Frías, Ignacio Mateos, Nuria López, Sara Parbole, Txabi Pérez, Rulo Pardo, Sam Slade, Ana Telenti, Verónica Ronda y Alberto Frías, se trasladan a la época de la Gran Depresión, en los Estados Unidos, un tiempo en el que se montaban espectáculos que consistían en hacer bailar a parejas de forma continuada, día y noche, con pausas mínimas para comer y apenas dormir. Ganaba la pareja que resistía bailando más tiempo y al que se le daba un premio en metálico. Mientras bailan, los participantes al menos reciben comida y, si ganan, podrán sobrevivir con el dinero ganado. Y este maratón, cuya recompensa son 1.500 dólares, se apunta personajes bien diversos, como un marinero que aún no ha podido jubilarse, una embarazada que no sabe cómo va a mantener a su retoño, una aspirante a actriz que espera ser descubierta por algún cazatalentos o una joven con tendencias suicidas llamada Gloria.

Los personajes caminan (o bailan) en la pista con la vana de esperanza de hallar la luz del sol. Luchan por sobrevivir en un mundo que les utiliza como espectáculo de la miseria. «El montaje es una metáfora tan aplicable a la época en que se desarrolla la película, pues en 1970 muchos jóvenes estadounidenses ya sospechaban que gran parte de las reivindicaciones sociales y de los movimientos contraculturales que habían protagonizado en los últimos años iban a quedar en agua de borrajas, como en la actualidad».

La compañía Malditos surge del encuentro de un grupo de actores y creadores de distintos orígenes en la danza y el teatro que se unieron para buscar nuevas formas de expresión y comunicación con el espectador y con el compromiso de abordar textos e historias universales bajo una mirada contemporánea.

Partiendo de referentes como la película de Sydney Pollack y la novela de Horace McCoy They shoot horses, dont they?, Malditos decidió en el año 2014 desarrollar una investigación en torno al agotamiento físico y a su propia experiencia dentro del inestable mundo de la actuación. Los ensayos se extendieron durante un año y comprendieron entrenamientos físicos e intensas convivencias artísticas de todo el equipo, a través de las cuales los actores tuvieron una suerte de aproximación a lo que estos maratones podían suponer. Dos años después del estreno y cuando acabe la gira ya preparan su nuevo montaje, El Ángel Exterminador, una libre adaptación de la película de Luis Buñuel.

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