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El trigoleador Óscar Briz, escoltado por sus compañeros Gerardo Noriega y Hugo Vitienes, intenta recuperar el balón.
La Gimnástica vuela directa a por el título
fútbol | tercera división

La Gimnástica vuela directa a por el título

El líder, guiado por un Briz letal en ataque, amplía su ventaja a doce puntos sobre el Tropezón en vísperas del derbi del Besaya

ADELA SANZ

Lunes, 20 de marzo 2017, 07:45

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Cuando alguien se encuentra inspirado las cosas le salen con fluidez, aparentemente sin esfuerzo, como si una voluntad superior guiase sus actos. Se trata de algo que implica a cualquier tipo de creatividad, ya sea ante un lienzo, frente a un papel en blanco o en un rectángulo de hierba con un balón en los pies. Óscar Briz sabe lo que es la inspiración, porque de lo contrario no es sencillo explicar como el delantero consiguiera marcar tres goles en tan sólo diez minutos. Por supuesto que no fue una cuestión de suerte, ya que la fortuna puede ayudar en momentos puntuales, pero no suele derrochar generosidad. Fue resultado del trabajo del goleador, que entiende perfectamente donde debe situarse para recibir el balón o para buscar el espacio o hacia qué lugar debe desplazarse. Esto último lo hace todos los partidos, pero no siempre cuenta con la ayuda de la Musa. El delantero vive del gol, que es su alimento, y éste suele llegar a capricho. Óscar Briz ha pasado por momentos buenos y por otros que no lo han sido tanto, pero ahora está en racha, para alegría propia y de su equipo, que gracias a goles como los suyos sigue en lo más alto de la clasificación y con mayor ventaja sobre el Tropezón, al que visitará la próxima jornada.

La visita de la Cultural de Guarnizo era esperada en Torrelavega con ciertas reservas. No con miedo, ya que la Gimnástica sabe que en su estadio pocos le pueden dar un susto, pero sí con el recelo que provoca un equipo en forma y que fuera de casa rinde a un gran nivel. De hecho, los primeros minutos del partido no hicieron sino alimentar esa desconfianza, con los de verde perfectamente ordenados en su parcela del campo, cerrando bien los huecos y evitando que el ataque local traspasase la línea de tres cuartos del terreno de juego. Un remate de cabeza de Hugo Vitienes, que se fue alto, fue la única nota a destacar en la melodía tranquila y monótona de los primeros veinte minutos.

A partir de ahí le llegó el turno al delantero centro blanquiazul, que hasta entonces había intervenido solo una vez y sin demasiada fortuna. En unos minutos Briz tuvo tiempo más que suficiente para marcar tres goles y casi hacer un cuarto, liquidando de paso el partido y a un rival que ya nada pudo hacer para arreglar el desastre que se le había venido encima.

En dos minutos el delantero marcó sendos tantos, el primero tras una jugada por la derecha que culminó con un lanzamiento raso y ajustado al poste, y el segundo tras una gran acción defensiva de su equipo, que robó el balón y se lo cedió para que marcase el segundo. Poco después casi hace el tercero tras un centro de Fer, pero el remate le salió alto. Daba la impresión de que podría enviar a la red cualquier objeto que le cayera entre los pies.

Su último gol fue de delantero caza goles. El balón le llegó desde la izquierda, casi en la línea de fondo, y él, situado en el segundo palo, puso el pie y lo desvió hacia la red. Esa acción culminó la tarde de gloria del nueve blanquiazul. Con el partido ya resuelto, la Gimnástica se dejó ir hasta el descanso. Después llegó gol de Jony a seis minutos del final.

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