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Imagen de archivo de Carlos Tobalina.
El nuevo Supermán es de Castro
atletismo

El nuevo Supermán es de Castro

El cántabro Carlos Tobalina revalida su título nacional y ronda los 21 metros en un último lanzamiento nulo

Aser Falagán

Sábado, 18 de febrero 2017, 21:28

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Para quien no lo sepa, circula por todo el planeta un lema, 'Fear the Beard', que casi a modo de meme ha encumbrado a James Harden gracias a su tupida barba.Como si sus 196 centímetros, sus 102 kilos y jugar en los Rockets no fuera suficiente. El caso es que en plena época postgafapastista los hipsters han puesto de moda las barbas para forjar personalidades y en torno a ella se ha construido Carlos Tobalina, un castreño forjado en las pistas de Leioa que ha construido su identidad deportiva a partir de esfuerzo, de esa barba que comenzó a dejarse al empezar 2015 y de una cifra mágica: los veinte metros. Esa barrera psicológica que le ha permitido desbancar a Borja Vivas como el rey del peso y ganar los dos últimos campeonatos de España.

Tras una constante progresión que comenzó en Riomar, Tobalina (Castro Urdiales, 1985) se trasladó hace unos años a León para dar el salto definitivo que le ha encumbrado en la élite internacional, como lo demuestra su participación en los últimos Juegos.Esta vez han sido seis escasos centímetros los que le han separado de su principal rival, un Vivas que se quedó en 20.26 frente a los 20.32 del mejor lanzamiento del castreño.

El nuevo campeón de España en pista cubierta de Castro, que incluso probó con La Marinera antes de decidir que lo suyo no era el remo, pudo subirse todavía más a las barbas del otro barbudo, este malagueño, pero su último lanzamiento, que llegó casi a los 21 metros, fue declarado nulo. Por poco. Pero nulo al fin y al cabo, lo que no le arrebató el título, pero sí una gran marca que le consolidaría aún más en el mundo de los supermanes españoles. Porque hubiera sido la segunda mejor marca española de la historia por detrás, por supuesto, de Manolo Martínez (21.26), ese a quien otra cántabra, Ruth Beitia, aspira a empatar con 16 títulos españoles en pista.

Así que pese al triunfo, al cántabro, que compite con licencia vasca, le quedó una espina clavada, como reconocía a TVE nada más terminar su concurso. "Visto el último lanzamiento, no he podido aguantarlo y me he ido por adelante por muy poco. Eran alrededor de 21 metros, una marca personal para mí. Algo que supondría muchas cosas muy positivas. Me voy con un sabor agridulce, con mucha rabia. Espero intentarlo la próxima semana en Madrid y si no, en el Europeo de Belgrado, porque si dejas pasar las oportunidades vas mal".

Pero acto seguido se recomponía para analizar la competición desde una óptica mucho más optimista: "Estoy contento por revalidar el título, que al fin y al cabo era el objetivo, y lo otro quedará como anécdota. Me servirá para entrenar mejor, más duro y conseguir ese ansiado objetivo".

Sin éxito

Mucha menos suerte tuvo el campurriano Diego Cabello, que se quedó fuera de la final de los 800 metros, tras quedar tercero en su semifinal con un crono de 1.51.96, que no fue suficiente para clasificarse por tiempos. El del Playas de Castellón fue de más a menos en su serie, ya que marcó el mejor tiempo intermedio, con 54.75 en el 400.

En los 400 metros lisos femenino, Celia Martínez, del Piélagos (el equipo cántabro con más representación), no pudo pasar de la primera ronda, aunque su participación a nivel individual fue satisfactoria. No logró la clasificación, pero firmó su mejor marca de la temporada, con un registro de 56.85.

Por último, en el pentatlón femenino, Cantabria contaba con dos participantes. Tras la disputa de las cinco pruebas (60 metros vallas, altura, lanzamiento de peso, longitud y 800 metros), Valvanuz Cañizo, del Universidad de León, finalizó en novena posición, mientras que Alba Pardo, del Piélagos, cerró su participación en estos Campeonatos de España en pista cubierta en el puesto 14.

Orlando Ortega

En el resto de esta primera jornada del Nacional hay que destacar la actuación del subcampeón olímpico Orlando Ortega, que en dos carreras en el lapso de cuatro minutos consiguió conquistar su primera corona española bajo techo, rompiendo una racha de cinco títulos de Jackson Quiñónez en 60 con obstáculos.

Las gradas lucieron repletas esta primera jornada de los campeonatos de España en el pabellón de La Aldehuela, bautizado con el nombre del que fuera seleccionador nacional, Carlos Gil, fallecido en 2009.

Las victorias de Ortega, Adel Mechaal (3.000) y Eusebio Cáceres (longitud) destacaron en una jornada intensa que ratificó los progresos de la nueva ola del atletismo español.

Ortega, propietario de las siete mejores marcas españolas del año, dos de ellas récords nacionales -el más reciente, 7.48-, partía como favorito indiscutible en los nacionales y no decepcionó.

Por la mañana marcó el mejor crono (7.71); en las semifinales vespertinas igualó el récord de los campeonatos de Quiñónez con 7.52, y en la final, hora y media después, tuvo que hacer dos carreras completas en cuatro minutos.

Los jueces descalificaron por salida falsa a uno de los candidatos al podio, Javier Colomo, pero el disparo de anulación sonó cuando Ortega ya estaba cerca de la raya de meta. El habanero fue con todo, pero es tan superior al resto que ganó también sobradamente la segunda carrera.

Final de 3.000

La final de 3.000 devolvió el título, dos años después, a Adel Mechaal, que en Salamanca se propone repetir el histórico doblete de 2015 (1.500 y 3.000). Apareció a 3 vueltas del final y nadie tuvo respuesta para su ataque. Se fue con muchos metros por delante para ganar en 8:19.57, seguido de Jesús Ramos y Fernando Carro. Mechaal, que compite en virtud de la cautelar que le concedió hace dos semanas el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) en el caso de sus tres controles fallidos, se declaró feliz tras su victoria aunque confesó que llegó a pensar que su vida "se derrumbaba".

Apenas 20 minutos después, tuvo que regresar a la pista para disputar las series de 1.500, pero no tuvo el menor problema. Tomó la cabeza a dos vueltas del final y venció con 3:46.64. Mañana se las verá con el barcelonés Marc Alcalá, primer favorito.

Dispuesto a lograr su quinto título consecutivo de 800, el sevillano Kevin López, pese a encontrarse resfriado, se metió fácilmente en la final. Ganó la primera serie en 1:50.27.

En la segunda otro sevillano, Manuel Olmedo, que regresaba a su primera distancia, se enojó con Saúl Ordóñez por entender que le había obstaculizado para hacerse con la segunda plaza, por detrás de Daniel Andújar (1:52.83). Olmedo regañó a Saúl con vivos gestos, pero el público castigó su actitud con una sonora pita.

En la tercera serie compareció el ídolo local, Álvaro de Arriba, que se mostró incontenible en el último giro y venció con 1:49.69. "Nervioso pero a la vez muy motivado. El oro estará entre Kevin, Andújar y yo", apuntó en caliente.

Ana Peleteiro

Seis días después de obtener en Madrid su primer título español de triple en categoría promesa con una marca de 13,61 metros, la gallega Ana Peleteiro obtuvo en Salamanca su tercera corona sénior en pista cubierta con un registro de 13,67 pese a que tuvo que renunciar por lesión a los tres últimos saltos.

Peleteiro, que fue campeona mundial júnior en Barcelona 2012 con 16 años, ya tenía la marca mínima para participar en los inminentes Europeos de Belgrado. La madrileña Patricia Sarrapio, seis veces campeona, hubo de resignarse al segundo puesto con 13,34.

Nuria Fernández, la abuela de los campeonatos con 4 años, tiró desde la salida en la primera serie de 1.500 y llegó primera con 4:25.93, seguida de Lucía Rodríguez, 22 años más joven. Nuria, todavía plusmarquista española bajo techo con 4:01.77, ya tiene mínima europea en 3.000 y mañana buscará su tercer título de 1.500, doce años después del anterior.

Partirá como favorita, no obstante, Solange Pereira, que dominó la segunda carrera en 4:32.05, secundada por Ingrid Pino, y buscará su tercera corona consecutiva. La soriana Marta Pérez ganó la tercera con 4:29.55 y no firma el bronce, según dijo.

Blanca Fernández, con un tiempo de 9:09.47, batió a Ana Lozano en su mano a mano por el título de 3.000, resuelto al esprint. Las dos tienen mínima europea.

En el pasillo de longitud Jean Marie Okutu acariciaba el título con su mejor salto del año (7,76), pero cerraba el concurso Eusebio Cáceres, que se lo arrebató con 7,98, mínima europea.

Cerró la sesión la final femenina de 60 lisos. Cristina Lara, que había hecho marca personal en semifinales con 7.36, a una centésima de la mínima europea, se alzó con su segundo título en 7.40.

Por la mañana, el toledano Lucas Búa aprovechó los 800 metros de altitud de Salamanca y su gran momento de forma para encaramarse al tercer puesto del ránking español de todos los tiempos en 400 metros, al ganar su semifinal con un crono de 46.23 segundos.

Su registro le coloca en la lista sólo por detrás del plusmarquista español, David Canal (45.93), y de su antecesor, Cayetano Cornet (46.00).

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