Borrar
Coulibaly, en el último amistoso disputado ante la Cultural de Guarnizo.
Muchas pruebas y poca puntería
fútbol | amistoso

Muchas pruebas y poca puntería

La premisa de los de Viadero fue insistir en el fútbol por bandas, mientras que a los locales les sirvió con un buen orden defensivo para desactivar a su rival

Marcos Menocal

Miércoles, 27 de julio 2016, 19:50

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Tablas en El Malecón. El resultado, que suele ser lo que menos importa en pretemporada al menos es lo que repiten los entrenadores, indica que al partido de ayer entre la Gimnástica y el Racing, la presentación ante su público para los primeros y el tercer ensayo amistoso para los verdiblancos, le faltó ritmo, intensidad y sobre todo goles.A los locales les sirvió con un tanto tempranero de Chus Prado para limitarse a defender; muy ordenados y bien posicionados, los de Chiri frenaron la estéril posesión que su rival, entre tanto cambio, dispuso. A este Racing se le ve intención, pero sin puntería se queda sin luz.

A los santanderinos le costó un triunfo asentarse; es algo propio de los partidos de pretemporada, pero para ellos el de ayer era ya su tercer ensayo. El primer cuarto de hora fueron presa del desorden. Y justo cuando sacaban la brújula llegó Chus Prado y adelantó a la Gimnástica.Los locales agradecieron el regalo de Gándara. El primer gol de la tarde surtió un efecto muy distinto en ambos equipos; para los blanquiazules fue la excusa perfecta para refugiarse en su campo y esperar agazapados los fallos del rival. En cambio, en el Racing, tras un rato en el que los jugadores y el banquillo se miraban extrañados, el tempranero gol no cambió el plan pero sí exigió más intensidad. Granero y Borja San Emeterio vieron la cartulina amarilla por excederse en la contundencia. Aquino, activo en la delantera visitante, fue el desatascador.Al atacante se le ven ganas y ritmo, aunque su punto de mira no atina. Un lanzamiento suyo mediada la primera parte fue de los más destacado; el meta de la Gimnástica, Pablo Herrero, se lució y levantó la ovación.

Con los torrelaveguenses por delante en el marcador y con la clara intención de restarle velocidad al encuentro, los de Ángel Viadero empezaron a coger el timón. No le importó a la Gimnástica, que mantuvo el orden. Granero y Álvaro Peña se hicieron con el control de la zona ancha y Laro Setién derrochó talento a balón parado. Dos lanzamientos del joven canterano rozaron el larguero. Primo y Fermín fueron los más destacados de los locales, que a la contra buscaban el segundo. Viadero decidió probar en el centro del campo a la nueva hornada y dio entrada a Josemi y Sergio Ruiz por los dos veteranos, Granero y Peña. Los chavales ganaron confianza.A falta de cinco minutos, después de que Primo, el 9 gimnástico, dejara escapar dos ocasiones ante Viorel llegó una jugada trenzada por Julen, Pena y Aquino que acabó con este último en el suelo;Fermín se pasó de frenada y derribó al delantero. Laro, con soltura y maestría empató el partido desde los once metros. Al joven talento se le ven cosas que recuerdan a su padre cuando se trata de tocar el balón;lo hace muy parecido pero al revés, con la zurda. Desde el gol hasta el final, el Racing monopolizó la posesión, pero con una falta de precisión en el último pase alarmante. El ejército de canteranos que maneja Viadero tiene calidad, rebosa ganas pero se atasca en tres cuartos de cancha. Con Borja y Julen, el Racing tiene dos laterales con recorrido y con Pena y Óscar, dos extremos rápidos.A este último ya se le conoce y el gallego, de momento, parece cumplir con el guión que se le pide.Al menos, buena parte del sistema 4-4-2 parece cubierto; falta una clara referencia en ataque.

El descanso llegó cuando más cómodo se les vio a los verdiblancos. Tras la reanudación, nada cambio, excepto los jugadores. Los técnicos aprovecharon para dar entrada a todo lo que tenían en el banquillo. Por el Racing jugaron 24 futbolistas.Ahí es nada. La velocidad de Óscar Fernández se convirtió en protagonista. El canterano se ciñe perfectamente a lo que busca su entrenador de un hombre de banda. A Goñi le sacó Mario un balón bajo palos con Puras, el portero gimnástico, ya batido. El Racing se empeñó en abrir el campo, algo que con la entrada de Javi Cobo y Alberto en el centro fue mucho más fácil; los dos chavales movieron los hilos del equipo. Además, serían más protagonistas a falta de dos minutos; primero porque Puras le detuvo un remate a bocajarro a Cobo y un minuto más tarde, cuando el árbitro anulo un gol a su colega en la medular por un claro fuera de juego. La Gimnástica mantuvo el orden hasta el final, no hizo más ni tampoco lo necesito para desarbolar a un Racing que busca desesperadamente recuperar la puntería.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios