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El Cid y 'Madroñito'.
El Cid y el toro 'Madroñito' hacen historia en Santander

El Cid y el toro 'Madroñito' hacen historia en Santander

El Coso de Cuatro Caminos indultó al toro de la ganadería de Adolfo Martín, la primera vez en 126 años

Nieves Bolado

Sábado, 30 de julio 2016, 18:29

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Tarde de las que no se olvidarán nunca. Manuel Jesús El Cid y el toro 'Madroñito' han hecho historia esta tarde en el Coso de Cuatro Caminos de Santander y en la historia taurina de Cantabria al haber indultado el presidente a este toro, primero de los lidiados de la ganadería de Adolfo Martín. Es la primera vez en 126 años que se le perdona la vida a un toro por sus excepcionales condiciones. En el año 2011, el 28 de julio, el público santanderino pidió el indulto de un toro de Bañuelos, 'Lucero', negro meano, que al final tuvo que se estocado al no permitir el presidente que siguiera vivo. El Cid llegó para sustituir a Escribano y demostró que sigue siendo uno de los mejores. Ni los vitorinos habían dejado tal poso de sastifacción en Santander en sus mejores tiempos.

La de este sábado ha sido una corrida que ha puesto el broche de oro y brillantes a una feria que será recordada en los anales taurinos de esta región, y en especial en la Plaza de Toros de Santander, por tres nombres: Ponce, El Cid y 'Madroñito', posiblemente las dos gestas taurinas más importantes que se han hecho en esta ciudad en su siglo y cuarto de historia.

Toros magníficos los de Adolfo Martín, en especial el primero y el cuarto -sin menospreciar al quinto- que pudieron boca abajo a un Coso que registró algo más que media entrada. La lluvia pasó a segundo plano tras la primera lidia de Manuel Jesús El Cid, que volvió por donde suele, firmando una faena antológica ayudado por un toro que le ha retratado en los muros de Cuatro Caminos.

Decían esta tarde los más correosos aficionados, de esos que no se pierden una ni tampoco regalan halagos, que habían sentido que sus abonos se habían triplicado al recibir tres veces más de lo que habían pagado. Tarde para el recuerdo.

Y, además, los taurinos este sábado en Santander demostraron tener mucha clase. Dos asalariados holandeses que están contratados para tratar de liarla, saltaron al ruedo, parece ser que se colaron por el patio de caballos, y atravesaron el ruedo con el torso desnudo en un cumplimiento de las ordenes de quienes les pagan desde Holanda. Gracias a la generosidad de las cuadrillas se salvaron de algún zarandeo.

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