Borrar
Los usuarios y los transportistas se quejan de la falta de mantenimiento de la estación de autobuses de Torrelavega.
Viajeros y empresas critican el estado de "abandono" de la estación de autobuses

Viajeros y empresas critican el estado de "abandono" de la estación de autobuses

Los transportistas lamentan la falta de mantenimiento de unas instalaciones que a su juicio incumplen la normativa de seguridad y de prevención de riesgos laborales

David Carrera

Miércoles, 22 de marzo 2017, 07:11

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Principales quejas

  • - Pavimento. El suelo antideslizante se levanta quedando en él atrapado grasas y aceites.

  • - Contaminación. Acumulación de humos de CO2 abundante, con escasa y difícil capacidad de salida y escape.

  • - Iluminación. Viajeros y conductores se quejan de la falta de luz y visibilidad.

  • - Servicios. En los baños públicos de la estación hay fuertes olores y suciedad acumulada.

  • - Dependencias. Las instalaciones no disponen de una sala de descanso para los coductores.

  • - Circulación. Dificultades para la salida y entrada de los vehículos a la estación.

  • -Tráfico. Problemas para circular en la travesía del Grillo y la Avenida del Cantábrico.

  • - Seguridad. Falta de vigilancia y de seguridad en la estación y en los aledaños.

  • - Pintura. Los conductores reclaman que se aplique color a las columnas para evitar colisiones.

  • - Venta de billetes. No hay personal para la venta y solo hay una máquina expendedora.

Usuarios y conductores de autobuses lamentan el deterioro y el estado de «abandono» de la Estación de Torrelavega a pesar de que es una de las entradas más importante de los viajeros que llegan a la capital del Besaya. Afirman que se encuentra en un lamentable estado y que llevan denunciándolo mucho tiempo.

Algunos de los más notables problemas de los que hablan son que el suelo antideslizante se levanta al paso de los vehículos, la acumulación de gases contaminantes, la escasa iluminación, las columnas sin pintura de balizamiento o los baños con malos olores y suciedad.

Tanto los viajeros como los propios conductores critican la «total» falta de mantenimiento y el abandono de estas instalaciones lo que hace que «cada día se encuentre más degradada».

Entre otras quejas también destacan las columnas sin pintura de balizamiento para evitar colisiones de los autocares, la escasa visibilidad tanto para conductores como para peatones, la ausencia de toperas para los vehículos, o la ausencia de una sala de descanso para los chóferes. En cuanto a las medidas de seguridad de las instalaciones, los conductores relatan las dificultades que tienen para la salida y entrada de los vehículos, así como para circular por las cercanías de la estación en la travesía del Grillo y en la Avenida del Cantábrico. A ello, unen la falta de seguridad y de vigilancia que a su juicio hay en el recinto y sus inmediaciones.

También denuncian la situación de abandono en la que se encuentran los servicios públicos, con malos olores y acumulación de suciedad, además de azulejos y baldosas levantados y deteriorados. «En los baños no hay extractores para eliminar olores, ni siquiera jabón de manos y secadores», apunta María Ángeles Fernández, que casi a diario coge uno de estos autocares.

La estación de autobuses de Torrelavega es utilizada por empresas de transporte que cubren las rutas de Burgos o Madrid, así como otros trayectos regionales. En esta terminal, ubicada en la Granja Poch, operan líneas de corto y largo recorrido, a pesar de que muchas líneas cuentan con paradas que siguen dispersas por la ciudad.

En un escrito, remitido por el Sindicato Cántabro de Asalariados del Transporte (SCAT), estos trabajadores señalan que el lugar elegido para construir la estación de autobuses de Torrelavega además de «no ser el idóneo» y de «estar a desmano, está lejos de otros medios de transporte y no resulta fácil la movilidad de los ciudadanos».

Asimismo, el sindicato recuerda que la ubicación de la estación de autobuses se encuentra en una zona de la ciudad en la que hay un colegio, un instituto, un pabellón polideportivo, un centro de salud, un hogar para la tercera edad y varios edificios residenciales por lo que «habitualmente se trata de un espacio por el que a diario transitan muchos ciudadanos». El sindicato argumenta que los afectados son los profesionales del transporte de viajeros por carretera, usuarios y vecinos y añade que las «irregularidades» contradice e incumple las normativas legales.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios